Por todos es sabido que poseer conocimientos de primeros auxilios, llegado el momento, puede salvar vidas. Pero para lograr ese objetivo, requiere de un previo aprendizaje que no se ha de realizar por cuenta propia. Gracias a ese aprendizaje, reconoceremos ciertos indicadores de una pronta actuación mientras se espera a los servicios médicos.

En líneas generales, estos signos se resumen en conciencia, respiración y pulso. Lo primero es hacer una serie de preguntas al accidentado o enfermo para conocer su estado de conciencia. Cuestiones sencillas como ¿se encuentra bien?, ¿puedo ayudarle?, ¿qué le ocurre? o ¿me escucha?, pueden ayudar a conocer el estado en el que se encuentra el accidentado.

 

Pero cabe la posibilidad de que la persona accidentada se encuentre incapacitada para responder a nuestras preguntas. En ese caso, tendremos que atender otros aspectos que nos indique que la víctima no se encuentra en peligro. Para explorar otras señales, seguiremos un orden de prioridad. La organización de este orden está dispuesta de la siguiente manera:

 

  • Primero: Comprobaremos que el aire llega a los pulmones de forma correcta. Para la comprobación de este aspecto, la persona que realiza las labores de auxilio necesitará centrar los sentidos de la vista, el oído y el tacto. Con la vista, revisará que exista movimiento de la caja torácica. Con el oído, escucharemos si la persona accidentada inspira y espira. Por último, con el tacto comprobaremos el calor del aire espirado.
  • Segundo: Se procederá a comprobar pulso.
  • Tercero: Se comprobarán y se tratarán de controlar posibles hemorragias graves existentes.

 

Si la persona accidentada respira, no es necesario hacer las comprobaciones dos y tres. De lo contrario, tendríamos que realizar rápidamente maniobras de reanimación pulmonar.

 

Después de comprobar que estos aspectos se encuentran bajo control, existen más cuestiones a conocer y tener en cuenta. Las recomendaciones más básicas son las siguientes:

 

  • No moveremos al accidentado bajo ningún concepto.
  • No abasteceremos de alimentos, ni bebida, a las personas accidentadas.
  • Si se trata de un accidente automovilístico con conductores de ciclos, ciclomotores o motocicletas involucrados, no quitaremos el casco.
  • Si existen quemaduras, no utilizaremos pasta de dientes, ni agua fría. Estos elementos empeorarán el estado de la piel.

 

Sin embargo, y como se comentaba al principio, para llevar a cabo maniobras de primeros auxilios correctamente, es necesario una formación. Alpefpre te ofrece los mejores cursos para formarte en estas cuestiones. Pregúntanos sin compromiso.