¿Qué diferencia existe entre Aislamiento e Impermeabilización?

En ocasiones, los términos aislamiento e impermeabilización son confundidos entre sí, a pesar de ser cuestiones totalmente distintas.

En primer lugar, cabe aclarar de que el Aislamiento puede ser de diferentes tipos, como, por ejemplo: térmico, acústico o eléctrico. En este caso, nos centraremos en el aislamiento térmico para tejados y cubiertas y para la edificación en general.

Aislamiento Térmico

Aislamiento Térmico: Es la combinación de materiales aislantes térmicos y técnicas de instalación que permiten a un elemento del edificio minimizar la perdida de calor a través de este, es decir aislarnos del frío en inviernoy minimizar la ganancia de este, es decir aislarnos del calor en verano

Por ello, de cara a hacer nuestras viviendas energéticamente más eficientes, con el consiguiente ahorro energético y mejora de la calidad habitable que esto conlleva, es imprescindible dotar de un buen aislamiento térmico, sobre todo a los elementos en contacto con el exterior, denominado la envolvente del edificio, y que son principalmente: el tejado, la cubierta y la fachada.

Por lo general, los materiales aislantes térmicos son únicamente aislantes y no impermeabilizantes a su vez. Lo mismo que ocurre en el caso opuesto: un elemento impermeabilizante no tiene la cualidad de aislante térmico. 

En el mercado existen muchas soluciones de aislamiento para tejados y cubiertas, pero las empresas la mayoría de las veces apuestan por las soluciones ligeras, ideales para la rehabilitación energética de cubierta, que permiten ahorrar materiales y evitar sobrecargas.

Impermeabilización 

Impermeabilización: Es la acción resultante de combinar materiales impermeables y técnicas de instalación con el fin de proteger del agua y la humedad a un elemento constructivo, haciéndolo por tanto estanco y evitando así que entre en contacto directo con el elemento líquido. La impermeabilización es una cuestión primordial en la construcción de edificios dado que la acción intrusiva del agua y la humedad en ciertos elementos pueden tener consecuencias graves. Al igual que ocurre con el aislamiento, cobran especial importancia la protección de los elementos en contacto directo con el exterior: tejado, cubierta y fachada. 

El tejado, que es el elemento protector principal y, por tanto, el más expuesto a la lluvia, nieve o granizo, debe de ser totalmente estanco. Para ello, en muchos casos no es suficiente con la instalación de una teja nueva, si no que será necesario dotar al tejado de un buen sistema impermeabilizante bajo esta.

Pero, además de impermeabilizar, si realmente se quiere proteger de la humedad a un elemento del edificio en contacto con el exterior como el tejado o la fachada, surge la deben garantizar la ventilación del tejado realizando una cubierta totalmente en seco y ventilada, eliminando la aparición de condensaciones y humedades.

En definitiva, aislamiento e impermeabilización son dos cuestiones totalmente distintas pero que, en lo que a un tejado, cubierta o fachada se refiere, deben de compaginarse correctamente para garantizar una construcción eficiente, resistente a la intemperie y duradera que permita unas condiciones de habitabilidad saludables.