¿Sabías que en Europa uno de cada cinco trabajadores tiene que elevar el tono de voz para que se le oiga durante al menos la mitad del tiempo que está trabajando? ¿Y que un 7% padece problemas auditivos relaciones con su trabajo?
No todos los sonidos son ruido; el ruido es un sonido inarticulado, sin ritmo ni armonía y confuso a un alto volumen. El ruido puede ser molesto y perjudicar la capacidad de trabajar al ocasionar tensión y perturbar la concentración. Este tipo de contaminación puede ocasionar accidentes al dificultar las comunicaciones y señales de alarma. A su vez, puede provocar problemas de salud crónicos y, además, hacer que se pierda el sentido del oído.
La pérdida del sentido del oído a causa de la exposición a ruidos en el lugar de trabajo es una de las enfermedades profesionales más corrientes. Los trabajadores pueden verse expuestos a niveles elevados de ruido en lugares de trabajo tan distintos como la construcción, las fundiciones y el textil. La exposición breve a un ruido excesivo puede ocasionar pérdida temporal de la audición, que dure de unos pocos segundos a unos cuantos días.
Aunque en un principio pensemos que el problema del ruido solo afecta a sectores como el de la industria manufacturera y el de la construcción, este problema también se extiende a otros sectores como los call center, los colegios, los bares… y para hacerse una idea de la magnitud, en Europa cada día millones de trabajadores se exponen al ruido en su lugar de trabajo.
¿Cómo puede afectarnos?
Exponernos a un ruido puede traer consecuencias para la seguridad y la salud de los trabajadores.
- Pérdida de audición
- Efectos fisiológicos
- Estrés laboral
- Riesgo de accidente
¿Cómo podemos reducir el ruido?
Los empresarios están obligados por ley a proteger la salud y seguridad de sus trabajadores, frente a todos los riesgos laborales relacionados con el ruido.
- Realizar una evaluación de riesgos
- Adoptar programa de medidas
- Informar y formar
- Control y revisión